La localidad granadina de Salobreña se extiende a los pies de un castillo hispano musulmán en la llamada Costa Tropical, a orillas del mar Mediterráneo.
Sus largas playas y agradables temperaturas componen un destino ideal durante todo el año. La caña de azúcar y las frutas tropicales que aquí crecen se entremezclan con pescados y mariscos de la zona creando suculentas recetas. Desde aquí, el viajero podrá disfrutar de multitud de localidades costeras, aptas para la práctica de deportes náuticos y actividades al aire libre.
La privilegiada ubicación costera de Salobreña la ha dotado de excelentes playas en las que se enclavan numerosos complejos turísticos. Su variada oferta hotelera y de ocio se completa con un interesante casco histórico de fachadas encaladas que se disponen en torno a su castillo árabe. Y es que Salobreña remonta sus orígenes a la época fenicia. Fundada como colonia comercial, también fue poblada por romanos y árabes hasta que fue reconquistada por los Reyes Católicos. Los ataques de piratas hicieron que la ciudad se amurallara y sus habitantes eligieran lugares más seguros en las montañas. Actualmente, su excelente clima tropical, con temperaturas entre los 15 y 32 grados, atrae a visitantes durante todo el año.Casco históricoLa parte superior de su casco urbano se encuentra dominado por un castillo roquero. Murallas de mampostería y ladrillo, torreones y la Torre del Homenaje forman parte de la silueta que domina todo el caserío salobreñero. Levantado por los romanos, fueron los árabes quienes ampliaron esta construcción defensiva. A los pies del Gran Peñón, sobre el que se alza, quedan las calles de fachadas encaladas tan propias de la tradición musulmana. Otra interesante construcción es la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario, construida sobre una antigua mezquita en el siglo XVI.Los diferentes barrios de la ciudad granadina como La Loma, La Fuente, El Brocal o el Albaycín cuentan con rincones medievales en los que se abren portones, bóvedas y ventanas. Un paseo por esta zona dará al viajero una idea de cómo era la localidad en tiempos remotos. El Paseo Marítimo, entre la vega donde crecen abundantes frutales y el perfil costero, es otra buena opción para acercarse un poco más a la cultura granadina. Por su parte, en las playas de Salobreña el viajero podrá practicar los más variados deportes náuticos y actividades al aire libre.GastronomíaLos mariscos y pescados surten la mesa de esta ciudad, a la que se suman productos de la vega y la huerta. Patatas con cazón, sopas de marisco, migas de pan… sirven de entrada a escabeches de pescados azules, pulpo seco y espetos de sardinas. Entre los postres destacan los pasteles de tradición árabe y frutas exóticas como papayas, aguacates, guayabas, mangos y chirimoyas.Los alrededores de Salobreña nos deparan interesantes localidades veraniegas como Nerja (con Parador de Turismo), Motril (excelentes playas y campos de golf) o Adra, cuyo pasado también tiene origen fenicio. En plenas Alpujarras granadinas el Balneario de Lanjarón ofrece sus aguas medicinales a quienes quieran descansar aquí unos días. A un paso quedan las cumbres, de más de 3.000 metros de altitud, de Sierra Nevada y su Parque Nacional. Multitud de rutas recorren este espacio protegido, mientras que su parque natural cuenta con una estación invernal abierta durante toda la temporada de nieve. También nos espera la capital de la provincia, Granada. Su sabor árabe se palpa en los palacios y construcciones de la Alhambra, el Generalife y el barrio del Albaicín, todo ello declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.